Dios se hizo como nosotros para salvarnos

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24 de noviembre de 2023 Bruce Yocum El nacimiento de Jesucristo se produjo de esta manera: su madre María estaba desposada con José, y antes de que se unieran se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería avergonzarla, decidió repudiarla en secreto. Pero mientras pensaba en esto, un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: «He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emanuel» (que significa: «Dios con nosotros»). Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado: recibió a su mujer, pero no la conoció hasta que dio a luz un hijo, y le puso por nombre Jesús». Mateo 1:18-251ª reflexión: Como nosotros en todo la Encarnación es la intervención absolutamente crucial y completamente inesperada de Dios en la vida de este mundo y en la de cada uno de nosotros. Que Dios, el Creador de todas las cosas, se convirtiera en una criatura es algo inconcebible para nosotros.

Sin embargo, como vemos en esta pequeña historia, eso es exactamente lo que sucedió. María concibió. Un bebé físico, humano y real fue concebido en su vientre y nació. Pero ese bebé también era Dios.La Encarnación . Estamos familiarizados con este término, pero debemos reflexionar a menudo, y cada vez más profundamente, sobre lo que significa. Dios se hizo hombre. Dios se revistió de la misma carne que cada uno de nosotros recibió en el seno de nuestra madre, con todas las debilidades comunes a los seres humanos.

Tuvo hambre y sed. Sufrió dolores. ¡Incluso fue tentado!Dios se hizo como nosotros para salvarnosLa Carta a los Hebreos nos dice que: “Por tanto, puesto que los hijos participan de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, es decir, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban sujetos a servidumbre durante toda la vida. Porque ciertamente no es a los ángeles a quienes ayuda, sino a la descendencia de Abraham.

Por eso era necesario que en todo fuese semejante a sus hermanos, para llegar a ser un misericordioso y fiel sumo sacerdote en las cosas de Dios, para expiar los pecados del pueblo. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.”Hebreos 2:14-18Hecho como nosotros en todo aspectoTómate un tiempo simplemente para sentarte delante de Dios y maravillarte del amor, la misericordia y la humildad de nuestro Dios.

2ª reflexión: La profunda compasión de Dios
En Isaías, dice: «He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.»
Isaías 7:14

Cientos de años antes del nacimiento de Jesús, se había profetizado su nacimiento de una madre virgen, según nos narra el evangelio de Mateo.
«José, hijo de David, no temas recibir a María, tu mujer, porque lo que en ella es engendrado es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: «He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emanuel (que significa: Dios con nosotros)». Mateo 1:20-23

Pero esto ya se había dicho mucho antes de Isaías. Inmediatamente después de que Adán y Eva desobedecieron a Dios y se atrajeron el castigo, Dios les habló y les prometió que los redimiría a través de uno de sus propios descendientes. Dios se dirigió a la serpiente diciendo:
“Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” Génesis 3:15.

Desde los primeros cristianos, al menos desde Justino Mártir (~100 – 160 d.C.) e Ireneo (~130 – 180 d.C.), este versículo fue considerado como el primer anuncio del Evangelio [Buena Nueva]. Se trataba de una promesa de que Dios enviaría un descendiente de Adán y Eva, un “Hijo del Hombre” como se llamó a sí mismo Jesús en los Evangelios, para superar el daño que Satanás había causado a través del pecado de nuestros primeros padres.
La compasión de Dios fue tan profunda que incluso en el momento de su desobediencia, Dios anunció la Encarnación.

3ª reflexión: Dios nos ha hablado por medio de su propio Hijo
El autor de la carta a los Hebreos escribe:
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo y por medio de quien creó el universo.”
Hebreos 1:1-2
La Carta a los Hebreos nos dice que, si bien los profetas nos trajeron auténticamente la palabra del Señor, ahora, en estos últimos días, nuestros días, Dios ha hablado por medio de su propio Hijo. Él es aquel a quien Juan describe, como hemos leído antes, como el Verbo de Dios. (Juan 1:1)
Dios nos habló por medio de los profetas, pero por intermedio de intermediarios, quienes, aunque trajeron la palabra de Dios con sinceridad, no entendieron completamente lo que decían.
“Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba dentro de ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo y las glorias que vendrían después de ellos. A ellos se les reveló que no servían a sí mismos, sino a vosotros, en las cosas que ahora os han sido anunciadas por los que os predicaron la buena noticia por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas a las cuales los ángeles anhelan mirar.”
1 Pedro 1:10-12
Los profetas tuvieron una revelación limitada de Dios y de su plan. Cristo trajo la plenitud de la revelación. A esta Palabra no se podía añadir nada. Los apóstoles, en obediencia a Cristo, escribieron para nosotros la revelación que vino a través de Él. En el Nuevo Testamento encontramos esta Palabra. Por eso la Carta a los Hebreos puede decir:
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”
Hebreos 4:12
¡Claro que es viva y activa! En la Escritura encontramos a la Persona de la Palabra , no a la Palabra misma , sino a la Palabra misma. Leer la Escritura es un encuentro con Jesucristo.

4ª reflexión: Cristo se hizo pobre para hacernos ricos en gloria y honor
En la segunda carta a los Corintios, dice:
“Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.”
2 Corintios 8:9
El apóstol Pablo aquí nos dice con otras palabras la misma verdad que habló en Filipenses capítulo dos, que Cristo renunció a la gloria, al honor, a las riquezas que tiene como Dios, para que nosotros pudiéramos heredar esa gloria, ese honor y esas riquezas.
La Iglesia oriental habla de esto como “divinización”, que así como Dios en Cristo compartió nuestra vida, ahora a través de su humildad, su sufrimiento hasta la muerte en la cruz, podemos participar de su vida divina.
Esta verdad podría alimentar nuestras meditaciones por el resto de nuestra vida. Por nuestro bien, Dios se hizo nuestro siervo. Por nuestro bien, Dios se hizo pobre. Lo hizo para que pudiéramos participar de su misma naturaleza, para que pudiéramos vivir eternamente con Él.
Tomemos tiempo, especialmente en esta temporada de Adviento y Navidad, para adorar a Dios, agradecerle y glorificarlo por Su gran amor por nosotros que se revela en la Encarnación.

Bruce Yocum (1948 – 2022) participó en el liderazgo y la enseñanza durante muchos años en la Renovación Carismática Católica y el Movimiento de Comunidades del Pacto que comenzó a fines de la década de 1960 y principios de la de 1970, y en la Espada del Espíritu . Viajó mucho por las comunidades de la Espada del Espíritu para equipar y capacitar a los líderes comunitarios en América del Norte, Europa y Medio Oriente, América Latina y el Pacífico Sur. Bruce Yocum fue miembro vitalicio de los Siervos de la Palabra , una hermandad ecuménica internacional de hombres que viven solteros para el Señor. Se desempeñó como élder presidente de los Siervos de la Palabra durante trece años (1989-2003).

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Muchas de nuestras comunidades nacieron a partir de grupos muy pequeños que decidieron unirse para orar. A otros los llamó un apostolado o servicio comunitario.

La Espada del Espíritu tiene recursos para construir comunidades a partir de estos pequeños grupos.

Ponemos a disposición no sólo nuestra oración sino también recursos humanos que pueden ayudarte en el crecimiento o en la formación espiritual y pastoral de tu grupo.
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Velar, esperar y todo eso…

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– por David Quintana   

Siempre recordaré cuando me levantaba temprano en la mañana de navidad, ansioso de bajar las escaleras y ver qué maravillas merodeaban bajo el árbol de navidad.   

Puedo pensar en muchos viajes de pesca en los que me sentaba por horas interminables, intensamente atento al hilo, esperando el primer indicio de que un pez estaba cayendo en la tentación de la deliciosa carnada que yo había puesto diestramente ante él.   

También recuerdo aquellos agotadores partidos de fútbol americano en el vecindario, jugando como defensa, esperando el momento apropiado para derribar a mi enemigo (digo, a mi oponente).   

El Adviento es un tiempo de velar, de esperar, de meditar en lo que significa para nosotros como cristianos estar preparados. Si el Señor realmente va a venir de nuevo, entonces déjenme sugerir humildemente que deberíamos estar preparados. Las Escrituras nos exhortan en varios momentos a estar alerta, a no dormirnos, a no quedarnos “excluidos”.   

¿Estás listo para el retorno del Señor? ¿Si Él viniera nuevamente, te encontraría durmiendo? ¿O quizás cabeceando? ¿O tal vez sólo con mucho sueño? ¿Estás velando y esperando con expectativa su retorno inminente?

“¿Quién es el siervo fiel y prudente a quien su señor ha dejado encargado de los sirvientes para darles la comida a su debido tiempo? Dichoso el siervo cuando su señor, al regresar, lo encuentra cumpliendo con su deber. Les aseguro que lo pondrá a cargo de todos sus bienes. Pero ¿qué tal si ese siervo malo se pone a pensar: “Mi señor se está demorando”, y luego comienza a golpear a sus compañeros, y a comer y beber con los borrachos? El día en que el siervo menos lo espere y a la hora menos pensada, el señor volverá. Lo castigará severamente y le impondrá la condena que reciben los hipócritas. Y habrá llanto y rechinar de dientes.” (Mateo 24:45-51 NVI) 

David Quintana es el anciano presidente de los Siervos de la Palabra, una hermandad misionera de hombres que viven solteros para el Señor. Tomado de Daily Meds from the Q Source. Usado con permiso.